Así como cada medio requiere una adaptación del mensaje condicionada por el tipo de receptor, el tono de la comunicación y las reglas del entorno, la web 2.0 decididamente ha influenciado la forma en que las empresas participan hoy en la conversación. El frío y neutro lenguaje comercial no tiene cabida en este espacio donde la informalidad y las emociones celebran al perfil social, realzando el aspecto más sensible de las relaciones.
Como la voz de la empresa en las redes sociales, el community manager asume diferentes tácticas para enriquecer su mensaje y así romper con las limitaciones del lenguaje escrito tradicional. Apelando a emoticones, onomatopeyas, puntuación y léxico moderno en espacios y tiempos muy acotados, debe encontrar el equilibrio en una nueva manera de comunicación para transmitir, en una redacción concisa e inteligible, todos esos sentimientos y estados de ánimo que humanizan a la marca.