Si hay algo que me desanima en social media es pensar en hacer los informes mensuales. El hecho de tener que enterrar mis narices en estadísticas como mínimo unas 48 hs… Es como levantarse temprano para ir a la escuela. No se me ocurre otra comparación más exacta.
Sin embargo, no voy a negar que una vez en el ruedo, cuando los numeritos empiezan a traducirse en índices de éxitos y fracasos, la práctica se torna en seducción. Es como el espejo mágico del cuento de Blancanieves al que acudo una vez al mes: “espejito, espejito, ¿mi reputación sigue intacta?”, “¿generé el mismo tráfico a mi web?”, “¿alcancé los objetivos de mi campaña?”, “¿me destaqué de la competencia?”… Las respuestas pueden tranquilizarme, entusiasmarme o decepcionarme, y me obligan a actuar en consecuencia.
Lo confieso: he tenido meses -sobre todo, los más activos y acompañados de mucho trabajo offline- en los que obvié mi cita mensual con los briefs estadísticos. Y me ha costado caro. Porque cuanto más me alejo en el tiempo de las acciones llevadas a cabo en las distintas plataformas 2.0 o de geolocalización, es más difícil medirlas. Los resultados de aquel sorteo pierden frescura, las anécdotas de interacciones que, en definitiva, son las que enriquecen la experiencia y constituyen el ROI cualitativo, se diluyen. Siempre podemos cantar el número de fans, followers o check-ins en la semana, pero de poco sirve si no se registró cómo se llegó a ello, si subieron o bajaron… comparados con qué?!
En social media hablamos de ROI y reputación hasta el cansancio. No voy a enumerar listas de objetivos medibles ni fórmulas que se repiten en incontables posts en la web. Creo que cada uno es responsable de investigarlo, practicarlo y saber traducirlo a sus superiores para seguir justificando este rol de community manager que de a poco se va tornando profesión. Pero lo que sí deseo transmitir son algunos consejos a quienes empiezan a incurrir en esto:
- Acudan a los números para autoevaluarse, para aceptar derrotas, para permitirse crecer.
- Recuerden sus objetivos. No pongan cifras al azar. Midan lo que interesa.
- Véanlo como un juego. Jueguen a competir.
- Vayan más allá de copiar cifras. Citen algunos comentarios, opiniones, incluyan una foto publicada por un fan que resuma una situación.
- Busquen fuera de sus datos online. Chequeen en Administración, verifiquen con el puesto de ventas: en la fecha que este usuario me preguntó el precio de este producto, ¿se vendió el producto?
Y que nunca falten las conclusiones ni las proyecciones a futuro. Sin esto, el informe no es más que una pila de números sin sentido.
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